En el 82,5 % de los casos de
personas
sometidas a restricciones físicas no figuraba en su historia clínica el consentimiento
informado. Este es el resultado de un
estudio
publicado en Gaceta Sanitaria
Por
otro lado, la prescripción de la medida no constaba en el 68,3% de las
historias de estos pacientes y estaba incompleta en el 12%.
Los
autores atribuyen esta situación al desconocimiento de la norma por los profesionales
o que no consideran la contención como un procedimiento no exento de riesgos.
Las restricciones físicas más frecuentes
fueron los cinturones y los chalecos de contención (79% casos). La prevención de caídas de la cama o de la silla fueron los
motivos fundamentales (81 %) para indicar estas medidas. Entre los afectados
por estas restricciones predominaban los que tenían una dependencia total en
sus capacidades funcionales (74%) y un
deterioro cognitivo grave (59%).
En las
conclusiones del trabajo los autores dan una serie de recomendaciones para
terminar con esta situación que supone una importante irregularidad:
-
Cuando sea imprescindible el uso de la restricción física, se cuente
con una prescripción facultativa que mencione el tipo de dispositivo, justificación
y duración de la medida.
-
Inclusión del consentimiento informado, aportando información
sobre medidas previas que han fracasado y los posibles efectos negativos de la
contención, además de la firma del residente o de su representante.
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