12 de mayo de 2018

Condena a una residente que no solicitó supervisión en urgencias


Soledad Valle informa en Diario Médico de que un Juzgado de lo Penal de León ha condenado a un año de prisión y tres de inhabilitación a una médico por su actuación como residente de primer año en el servicio de Urgencias de un hospital. La sentencia impone la pena mínima por homicidio imprudente y recoge el acuerdo al que llegan las partes en litigio de indemnizar a la familia recurrente con 200.000 euros renunciando así a emprender acciones en vía civil. Entre otros argumentos, la condena alude a la omisión de pruebas diagnósticas para descartar un ictus, a una paciente que terminó fallecido cinco días después por una derrame cerebral, y al hecho de que la residente no requirió la supervisión o actuación conjunta de su adjunta.



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