En
Geel, una ciudad Belga de unos 40.000 habitantes, lo hacen. Desde hace
siglos, los vecinos de esta ciudad acogen en sus casas a enfermos mentales como
invitados e integrándolos en las familias como si fueran familiares, bajo la
supervisión del hospital psiquiátrico de la ciudad.
Fuente: El
País
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