Meses
después de haber creado un “Ministerio de la Soledad” para combatir el
aislamiento, un mal que afecta a más de nueve millones de personas en el Reino
Unido, la primera ministra Theresa May anunció el pasado 10 de octubre, Día
Mundial de la Salud Mental, la creación del Ministerio para la Prevención del
Suicidio, poniendo al frente a Jackie Doyle-Price, una parlamentaria
conservadora y hasta ahora ministra de Salud.
Doyle-Price liderará a un grupo de trabajo ministerial, y
trabajará con expertos en prevención de suicidios y autolesiones,
organizaciones benéficas, clínicas y personas personalmente afectadas por el
suicidio.
El anuncio se produjo en la primera Cumbre Global
Ministerial de Salud Mental, organizada recientemente en Londres por la OCDE y apoyada
por la Organización Mundial de la Salud.
La medida está destinada a hacerle frente a la tragedia de
4.500 suicidios de británicos cada año y liderar los esfuerzos del gobierno
para combatir este fenómeno, que se ha convertido en la principal causa de
muerte de hombres menores de 45 años en este país.
El gobierno inglés demuestra que las políticas de salud
pública necesitan de la estructura y consistencia a largo plazo para
desarrollar planes eficaces que respondan a las necesidades de la población. No
obstante, aunque la medida ha sido bien acogida, no han faltado críticas hacia
la política de austeridad y recortes de May, que han afectado abiertamente a
los servicios de salud mental.
Fuente: Psyciencia
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