3 de julio de 2018

Ingreso psiquiátrico involuntario y tratamiento ambulatorio involuntario: Comparación entre EEUU y Suiza



Este trabajo ofrece un análisis comparativo de las leyes que regulan las medidas coercitivas y las prácticas clínicas reales en estas 2 regiones de EEUU y Suiza. En concreto, se compara las regulaciones legales y la practica clínica real de la hospitalización involuntaria y el tratamiento ambulatorio involuntario.

Resumen del artículo:
Introducción
El índice de hospitalizaciones involuntarias fluctúa enormemente. Curiosamente, las grandes diferencias en la tasa de hospitalizaciones involuntarias no solo se pueden encontrar entre regiones culturalmente muy diferentes, sino también entre países con una legislación y actitudes comparables, por ejemplo, Dinamarca y Portugal tienen las tasas más bajas de hospitalizaciones involuntarias en Europa, aunque la legislación en los dos países difiere considerablemente. En contraste, la legislación y las características culturales de Dinamarca y Finlandia son menos diferentes, pero esta última tiene una de las tasas más altas de hospitalizaciones involuntarias en Europa. Incluso se pueden encontrar diferencias importantes dentro de un solo país, como es el caso de Suiza. Por lo tanto, no está del todo claro en qué medida la legislación y los aspectos culturales explican las diferencias específicas en la aplicación de medidas coercitivas.
Antecedentes históricos y culturales
En general el uso de medidas coercitivas en psiquiatría depende de la negociación de tres valores: seguridad de la comunidad, necesidad de tratamiento y protección y libertades del paciente.
Antecedentes económicos y Regulaciones sanitarias
Si bien comparten algunas características clave, Suiza y Estados Unidos son países significativamente diferentes con algunas distinciones importantes con respecto a los sistemas de prestación de atención médica.
Suiza es un país de aproximadamente ocho millones de personas, en comparación con la población de más de 315 millones de ciudadanos de los Estados Unidos. Sin embargo, ambos están hasta cierto punto descentralizados, con los 50 estados en EE. UU., y 26 cantones (similares a los estados de EE. UU.) en Suiza. Ambos países son prósperos y destinan una proporción relativamente grande de su Producto Interior Bruto (PIB) a la atención médica. En 2014, Suiza gastó el 11,7% de su PIB en asistencia sanitaria, en comparación con el 17,1% de los EE. UU., en el mismo año.
En los EE. UU., la mayoría de los ciudadanos tiene un seguro privado, mientras que la población sin recursos está cubierta por el programa Medicaid y los ancianos (mayores de 65) están cubiertos por Medicare.
En Suiza, todos los residentes deben comprar un seguro privado de salud. La asistencia del gobierno está disponible en casos donde los residentes no pueden pagarlo.
A nivel organizativo, EEUU tiene a una media de 12 camas en los hospitales de salud mental por cada 100.000 habitantes, comparada con las 72 camas de Suiza. Expertos en política de salud consideran un mínimo necesario de 50 camas por 100.000 habitantes para proporcionar un tratamiento adecuado.
Regulaciones legislativas del ingreso involuntario
En el estado de Nueva York, la oficina de salud mental con la supervisión del gobernador dicta las leyes de higiene mental (MHL) que regulan el internamiento involuntario. En esencia, hay cuatro leyes en función del período de tiempo en que el paciente se encuentra y se trata en contra de su voluntad:
Los pacientes pueden ser tratados en urgencias si se sospecha que el paciente tiene una enfermedad mental y "pone en peligro a sí mismo o a los demás". Después de llegar a urgencias, un médico (no necesariamente un psiquiatra) debe evaluar al paciente dentro de las 6 h para determinar si realmente cumple con los criterios mencionados.
El paciente es valorado posteriormente por un psiquiatra a las 24, 48 horas y a los 15, 60 días del ingreso involuntario. Después de 60 días el ingreso se considera “ingreso continuado” y requiere audiencia judicial.
En cualquier punto del ingreso involuntario, el paciente tiene derecho a comparecer ante un juez del Estado de Nueva York, con la representación de un abogado.
En Suiza, la legislación ha experimentado cambios recientes. El 1 de enero de 2013 se implementó una nueva ley sobre protección de niños y adultos, que estipula el proceso de "ingreso centrado en el cuidado", concepto similar al concepto de hospitalización involuntaria.
De acuerdo con el Código Civil suizo, una persona que sufre de un trastorno mental, discapacidad mental o negligencia severa puede ser internada en un centro adecuado si no se puede proporcionar el tratamiento o la atención necesaria de otra manera menos intrusiva.
La falta o presencia de la capacidad para tomar decisiones de un paciente no es un criterio relevante para determinar una hospitalización involuntaria en Suiza. Y también los criterios de riesgo para uno mismo o para otros no son requeridos por la ley. Por lo tanto, teóricamente un paciente puede ser hospitalizado involuntariamente sin cumplir el criterio de peligro. También debe tenerse en cuenta si la persona afectada es una carga para su entorno. El médico es quien determina la necesidad del ingreso involuntario. El médico que emite el certificado de ingreso involuntario tiene que valorar personalmente al paciente y no sirve la información solo de terceros. El paciente debe ser informado verbalmente y por escrito sobre la hospitalización involuntaria y del derecho de apelación ante el tribunal regional.
En Suiza, las tasas de hospitalización involuntaria difieren ampliamente, desde el 8% en la ciudad de Basilea (la segunda ciudad más grande de Suiza) hasta el 25-33% en Zurich (el cantón con la ciudad más grande de Suiza).
En EEUU, un estudio de 1989 encontró que el 26-51% de las admisiones hospitalarias fueron involuntarias (49).
Reglamento legislativo del tratamiento ambulatorio involuntario
En el estado de Nueva York se sigue la conocida ley Kendra que pretende prevenir episodios violentos y permite a familiares o amigos solicitar al juez un tratamiento comunitario supervisado (el equivalente a una orden de tratamiento comunitaria). Esta ley no puede obligar a los pacientes a tomar medicación contra su voluntad.
En Suiza, los cantones son responsables de regular la implementación del tratamiento ambulatorio involuntario. En Zúrich, el juez permite a los cuidadores de salud mental obligar al paciente a tomar medicamentos según lo prescrito y participar en consultas psiquiátricas regulares. Si el paciente se niega a cumplir con el tratamiento, el equipo terapéutico puede hacer un seguimiento asertivo. Sin embargo, la hospitalización involuntaria solo es posible si se cumplen los criterios legales descritos anteriormente y no se permite la medicación forzada en el entorno ambulatorio.
Discusión
Ingreso involuntario en la práctica
En el Estado de Nueva York, el peligro para uno mismo y para los demás es el criterio principal para la hospitalización involuntaria.
Las leyes suizas tienen unos criterios más amplios. En Zurich, este criterio de peligro no es obligatorio y solo figura como un criterio adicional después de los criterios primarios, como son, la vulnerabilidad y la necesidad de protección. El clínico no debe estar afiliado a la clínica donde ingresa el paciente.
En Nueva York, la ley limita la duración de ingreso en varios momentos, y los médicos deben apelar de nuevo la continuación del ingreso. Esto contrasta con la legislación de Zurich donde una hospitalización involuntaria puede permanecer hasta 42 días. Esto puede explicar la mayor duración de las hospitalizaciones involuntarias en Zurich (20 días) en relación con la duración promedio en Nueva York (11 días).
Tratamiento ambulatorio supervisado (AOT)
El miedo a los pacientes psiquiátricos no tratados y sus posibles acciones parece ser mayor en los EE. UU., en comparación con Suiza. El fácil acceso a las armas en los EE. UU., se ha discutido como un factor que contribuye a este temor.
En EEUU, AOT puede ser una forma de coerción para reducir el uso de otras formas de coacción. El efecto positivo en los pacientes, se debe a un mejor acceso al tratamiento de la atención de la salud mental y no a la coerción en sí. Aunque se pudieron mostrar los efectos positivos, las perspectivas de los diferentes interesados (pacientes, trabajadores de salud mental) son variadas.
En Zúrich, la legislación es más restrictiva con el tratamiento ambulatorio involuntario y, como resultado, esta medida no juega un papel relevante en la atención de la salud mental.
Conclusiones
Centrarse en el criterio de peligro para si o los demás, como en EEUU, podría agravar la estigmatización de los pacientes psiquiátricos y el campo de la psiquiatría en sí. Cambios en la legislación que reduzcan la importancia del criterio de peligro en comparación con la relevancia del tratamiento de los síntomas psiquiátricos podrían ser beneficiosos.
En Suiza, los criterios para la hospitalización involuntaria son menos específicos y podrían disminuir la estigmatización del paciente, aunque por otro lado, podrían conducir a tasas más altas de hospitalización involuntaria.

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