Butterfield
comenta en The Atlantic el hecho conocido de que existen familias
criminales o criminógenas en las que se agrupan personas con disposición al
delito. Según indica, el 10% de las familias aportan el 66% de los
delincuentes. También presenta casos en que esa inclinación o condicionamiento
familiar no ha determinado irremisiblemente una carrera delictiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario