Murphy y colaboradores publican en Psychiatric Services un estudio al respecto desarrollado en Irlanda, que incluyó a 50 personas ingresadas de forma involuntaria según lo previsto por la Mental Health Act de 2001 de ese país. Los autores encuentran varios temas recurrentes tanto, negativos como positivos, por lo que plantean algunas actuaciones que podrían aliviar la impresión de coerción y facilitar que el encuentro con profesionales constituya la base para una colaboración futura percibida como beneficiosa por el paciente. Comentario de Davidson.