Aunque no se puede afirmar que haya una relación causal entre
dieta y autismo, esta asociación podría responder a otras diferencias entre el grupo de madres
que toman vitaminas y las que no.
Se estima que aproximadamente 1 de cada 68 personas de
Estados Unidos tiene alguna forma de autismo, los chicos con una mayor
frecuencia que las chicas. Los expertos creen que el autismo es provocado por
factores genéticos y ambientales.
Elizabeth A DeVilbiss, primera firmante del trabajo (BMJ 2017;
359: j4273) sugiere que la dieta de
la madre durante el embarazo podría tener influencia en la aparición del
trastorno. Se trata de un estudio observacional prospectivo de una cohorte de
273.107 parejas de madre-hijo en la población de Estocolmo (Suecia). La muestra
incluye niños de edad entre 4 y 15 años hasta 31 de diciembre de 2011. El resultado ha sido que el
uso de multivitamínicos con o sin hierro o ácido fólico añadidos se asoció
con unas probabilidades más bajas de autismo infantil con discapacidad
intelectual (prevalencia del 0,26 %), en comparación con las madres que no
utilizaron los complementos (prevalencia del 0,48 %).
Más estudios son necesarios antes de indicar un cambio en la
práctica actual.