Miguel
Pérez informa en Onda Naranja de dos casos acontecidos en Gandía.
En uno de ellos, dos amigas pidieron al detenido que no grabase su encuentro
sexual, pero este consiguió demostrar que las relaciones fueron consentidas. En
el segundo caso, una amiga del detenido logró grabar lo contradictorio de la
acusación sobre haberle dado escopolamina.
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