Reportaje de Miguel
Ángel Martín en El Mundo que define a la tricotilomanía es un trastorno
obsesivo compulsivo que sufren más de un millón de españoles, consiste en
arrancarse el pelo y, en ocasiones, hasta ingerirlo (según una reciente
biografía, Mengele fue un tricotilómano selectivo de pelos de su bigote, que ingería
hasta llegar a provocarse un bezoar). El autor destaca que quienes conviven con
el problema lo llaman 'trico' pero abreviar la palabra no reduce su estigma ni
la vergüenza. Las redes sociales les ayudan a apaciguar los síntomas.
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