Un reciente artículo de Levy y colaboradores en Tobacco
Control calcula que los cigarrillos electrónicos tienen ventajas en términos de mejor salud y de
años de vida, a pesar de las dudas que han desatado estos dispositivos. Sin embargo, según
informa Sandra Melgarejo en Redacción Médica, Carlos Jiménez Ruiz, presidente electo de
la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y presidente del Comité de
Control del Tabaquismo de la Sociedad Europea de Neumología (ERS) no comparte esta
opinión. Argumenta que los datos de patología asociada al consumo de cigarrillos electrónicos
son resultados “a muy corto plazo” y que no se tiene conocimiento de los efectos a largo plazo
de un tóxico contenido el vapor del cigarrillo electrónico, propilenglicol, que a corto plazo
produce inflamación de la mucosa bronquial. Asimismo, plantea que es un error dar por
supuesto que el vapeo elimina el consumo de cigarrillos, ya que “en los estudios en los que se
han utilizado e-cigarrillos como dispositivos para dejar de fumar, hasta un 40% de los sujetos se
convierte en fumadores duales, es decir, consume cigarrillos electrónicos y manufacturados”. En
esta misma línea, un artículo de Reidel y colaboradores en el American Journal of Respiratory
and Critical Care Medicine concluye que uso de cigarrillos electrónicos da lugar a causa una
respuesta inmune innata en el pulmón que implica incremento de activación neutrofílica y
secreción alterada de mucina, similar a las que provoca el tabaco tradicional, por lo que
puede conducir igualmente al desarrollo de enfermedades pulmonares. Comentario en
Redacción Médica.
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