Christensen
y Wallman informan en Sun Sentinel de que Nikolas
Cruz, el autor confeso de la masacre de la escuela de Parkland en Florida, en la que
acabó con la vida de 17 personas, recibe en la cárcel cartas de mujeres en tono
admirativo, con propuestas para mantener relaciones afectivas, fotos de las
propias mujeres en bikini o apoyo económico. El fenómeno de los fans de presos
violentos no es nuevo. Hace unos años, Johnson
y colaboradores, en Current Psychiatry, estudiaron más de 700 cartas dirigidas
a presos violentos convictos por varios asesinatos y pudieron describir una
taxonomía de estas cartas y señalar que las de contenido romántico o que
muestran apoyo al preso eran más frecuentemente escritas por mujeres, mientras
que los varones que se dirigían a estas personas destacaban por sus cartas de
contenido “espiritual”. En algunos casos las cartas y la actitud de sus autores
revestían características propias de acoso. El propio asesino múltiple noruego Anders
B. Breivik recibe, según informó en su momento María
Fluxá en El Mundo, recibe unas 800 cartas al año, la
mayoría de admiradoras (con peticiones de matrimonio incluidas).
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