En
un estudio de seguimiento publicado recientemente en el JAMA Psychiatry, el
cual se llevó a cabo con una cohorte nacional en Dinamarca entre los años 1980
y 2014, se ha encontrado un riesgo incrementado para desarrollar trastornos
mentales y físicos, así como de mortalidad y acontecimientos sociales adversos
entre las personas afectadas por el suicidio de su pareja.
El
duelo por suicidio se diferencia del que tiene lugar en otras formas de muerte.
La exposición a un suicidio es una de experiencia muy estresante para el
cónyuge superviviente, encontrándose en este estudio un mayor riesgo de
desarrollar un trastorno mental dentro de los cinco años después de la pérdida
(hombres: tasa de frecuencia de incidencia, 1.8; 95% CI, 1.6-2.0; mujeres: 1.7;
95% CI, 1.6-1.8) respecto de la población general. También se encontró un
elevado riesgo para desarrollar trastornos físicos y mayor uso de ayudas
municipales, bajas médicas y pensiones de discapacidad. Estos hallazgos
sugieren la necesidad de atender a estas personas en el manejo de la situación
de duelo, vinculándoles de forma proactiva a estructuras de apoyo y de
tratamiento.
Fuente:
JAMA Psychiatry
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