En el Journal of the American Academy of
Psychiatry and the Law, Klein y Kenedi intentan proponer una guía
actualizada y comprensiva para que los evaluadores forenses puedan incorporar
la observación de tatuajes en sus valoraciones. Para ello revisan la
bibliografía que apoya las interpretaciones al respecto y las colocan en
contexto. La asociación entre tatuajes y riesgo, salud mental o implicaciones
conductuales, concluyen, no es tan clara o lineal como podría suponerse a
priori, por lo que los profesionales de la salud mental deberían tener una
comprensión “sofisticada” de esta práctica.
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