Afecta a niños y adolescentes,
hijos de emigrantes y refugiados
que, de la noche a la mañana, quedan como colapsados, apáticos,
inmóviles, mudos, incapaces de comer y beber, incontinentes y sin reaccionar ante los
estímulos físicos o dolorosos,
prácticamente en coma. Es como un "querer morir", en niños que no tienen de origen ni
problemas físicos ni neurológicos.
Este síndrome
solo se ha observado en Suecia.
No se conoce una causa exacta y, menos aún,
aclarar por qué no se da en otros países. La explicación más plausible es que
al trauma vivido por muchos de estos niños (violencia, persecución, pobreza) se
añade el trauma de la denegación del permiso de residencia en el país cuando el
niño ya está en proceso de integración y sobretodo ha alcanzado una garantía de
seguridad que le es vital, además de factores socioculturales.
Fuente: HuffPost
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